Cuando se asoma al tiempo
la mirada se vuelve imposible;
duda la razón de sus razones
y achaca a lo invisible sus quimeras.
Hay sueños que terminan
y promesas que se cumplen,
como una infinitud de incertidumbres
que arden en la hoguera del deseo.
Todo es amenaza
en el dolor y la duda.
Buscas el dominio de lo cierto
para escapar del miedo
y te guareces entre cláusulas y cifras
viviendo en la ficción de lo seguro.
¿Crees que todo es posible?
Recuérdalo: hay pocas certezas absolutas.
Cuando amanezca mañana
empezarás de nuevo. Aunque te reconozcas.
Lo posible es anterior a lo cierto.
¿Es cierto el orden?
Me asalta la duda.