Hoy, en estos tiempos de estímulos visuales en tropel, de prisa, del estilismo y la imagen personal, es comúnmente aceptada la máxima:»Una imagen vale más que mil palabras». Sin embargo, no es menos cierto el poder que la palabra tiene para evocar mil imágenes y despertar emociones.
Por ello, y dado que no es mi intención entrar en complejas y teóricas discusiones a este respecto, aplicaremos la regla de más vale sumar que restar y añadiremos la imagen a la palabra y/o viceversa. El resultado es siempre enriquecedor y abre posibilidades comunicativas y de expresión que uno solo de los elementos por separado no puede alcanzar.
En esta sección iré publicando imágenes y textos (o viceversa) que refuercen esta tesis. Os invito a participar aportando vuestras opiniones e ideas.
La Tentación.
Dijo Adán:
–Pero ¿cómo no iba a morder la manzana?