Llamarte

Llamarte

Clavándome tu nombre
Mi propia voz
He sentido.

Clavándome tu nombre
Con ahínco,
Como palpitación,
Como espinas
Ciñéndome las sienes.

Tu nombre
Propio nombre,
Mi voz, mi boca

Como enemiga
Hundía tu nombre
En mi latido;
Arrítmica la voz
Profundo el grito

Y reticente,
Su vuelo sin rumbo
Mil veces me golpea.

Garganta que no alcanzo
A imaginarme,
Agigantada,
Pulsa las cuerdas del sonido,
Su timbre bocal para llamarte:
Herida, desgarrada
En las raíces mismas
De su origen.

Ejército, etéreamente tuyo,
Que ignora la derrota.