Hago la maleta

 

El corazón en la maleta (en el poema "Hago la maleta")

 

 

 

 

 

 

Hago la maleta.

Cargada de dudas y empeños.
Seré breve.

Y tomo el camino que aparece en medio.
Para recorrerlo todo,
Agotar los pasos.
Y no se si voy…
O no se si vengo.

Hago la maleta sin ningún recuerdo
De ningún pasado.
A paso ligero emprendo la marcha.
Reanudo un viaje que nunca ha pausado.

LA TI DO.

A veces contigo
A menudo a solas.

Cargo la maleta con hebras de olvido.
La carga es ligera.
Y dejo mis huellas sobre el blando lienzo,
Por un breve espacio las guarda la tierra…

Para este camino que lleva al principio,
apuro los besos de las despedidas
largo las amarras con formas de abrazos.

Mil años, mil miedos, mil dudas…
Raíz del desastre
Que viaja conmigo.

Hago la maleta. La arrastro y no pesa.
No me busques. No esperes.

Camino.

Llamarte

Llamarte

Clavándome tu nombre
Mi propia voz
He sentido.

Clavándome tu nombre
Con ahínco,
Como palpitación,
Como espinas
Ciñéndome las sienes.

Tu nombre
Propio nombre,
Mi voz, mi boca

Como enemiga
Hundía tu nombre
En mi latido;
Arrítmica la voz
Profundo el grito

Y reticente,
Su vuelo sin rumbo
Mil veces me golpea.

Garganta que no alcanzo
A imaginarme,
Agigantada,
Pulsa las cuerdas del sonido,
Su timbre bocal para llamarte:
Herida, desgarrada
En las raíces mismas
De su origen.

Ejército, etéreamente tuyo,
Que ignora la derrota.