OTRA FORMA DE MORIR (MICRORRELATO).

ahorcar

Fue cuando me miró brevemente, en el momento en que me disponía a colocarle la capucha que debía cubrirle la cabeza. Supe, lo vi en sus ojos, sin el menor resquicio de duda, que aquél hombre era inocente.
Accioné la palanca que liberaba la trampilla y escuché el golpe sordo del cuerpo al tensar bruscamente la cuerda y el crujido seco e inconfundible de las vértebras al quebrarse.
Para eso me pagan.

 

Desde donde lo veo

I
No hay sistema ni forma
no hay ritmo, ni pausa;
no hay amor sin cadena.
Ni dolor sin condena.

II
Algo oscuro en la noche
por el sueño se adentra:
y lo inquieta y lo rompe.

III
Conjurando los miedos
vuelvo a buscar tu boca
y te bebo.

IV
No hay silencio en tu forma
ni cansancio en mi miedo.
Otros labios te besan
otras voces te nombran.

V
Ya caduca la magia
de mirarnos desnudos.
Sin razones te acojo
donde guardo mis dudas.

VI
El principio de todo;
al principio no hay nada
¿oscuridad y silencio?
Lo dudo.

VII
Ven. Vayamos
por caminos seguros
a llamar a otras puertas.
O espera.

VIII
Ni dolor sin condena
ni ritmo, ni pausa.
Algo oscuro en la noche
te acecha.

IX
Los despojos
que el tiempo ha dejado
recojo y los guardo,
como un bien precioso.

X
Que sea otro quien caiga
pedimos.