Mis palabras jadean cansadas
Las oigo latir desde el papel
Como seres vivos palpitan
Y reclaman un lugar
En la vida
El tiempo
Tu mirada.
Dales el soplo, sé Dios
No permitas que en el pozo
De nuevo se pierdan
En la nada
El silencio
Tu olvido.
Que el viento las reclame
Que tu garganta acuda a pronunciarlas
De boca en boca viajen consagradas
En el alma
El corazón
Tu vida.