Broté del agua

Sé que nací del agua.
Que el viento impetuoso
en la mañana me alza
como ola.
Las apagadas cenizas
del sol de la tarde
son parte de mi alma.

Conozco los caminos
que recorren lejanos pinares
antes de haberlos pisado.
Respiro el polen.
Como las semillas
y me vuelvo tierra
al caer la noche.

En el fondo soy agua
y olor de algas.
Dolor de madera.
Cuerpo primitivo
que el tiempo corrompe.

Marinas esencias
recorren mis sienes.
Espumas, bramidos del agua
queriendo arrastrarme.
Soy suyo.
No puedo negarme.
No puedo negarte.

Me veo mirando
los ojos oscuros de brillantes peces.
Buscando una orilla,
queriendo ser aire.
Siempre ser yo y otro.
Y todos. Condición del hombre.

Alcanzarme

Volver atrás,
recuperar la ausencia
y el momento perdido;
aquéllo que escapó
a nuestros ojos
y al conocimiento:
suspendido,
difuso.

 

Volver atrás
para reconocerte
y otra vez acogerte
en mis manos;
desnuda,
caliente
acaso esquiva.

 

Volver atrás
sueño
y ser otra vez joven,
impulsivo y necio.
Ignorar tanto
y tanto…

 

Pero afanosamente
saltar del fuego
al charco,
escarbar por los rincones
con energía nueva,
quizá inagotable.

 

Volver atrás
y que la duda
no me ofusque,
el pulso no me tiemble
y me crea posible,
eterno,
hermoso.

 

Creer, si, creer
que son los objetivos
realizables,
que existe una meta
que se alcanza
…Y ya está.

 

Volver a vivir
con prisa; aprisa.
Para, al final,
alcanzarme.

Siempre hay razones para la esperanza.

Hay razones

Aún hay razones
Aunque rechacen la razón
Aunque le planteen un enigma irresoluble;
Aún quedan razones
Para estrechar una mano, confiando,
Amar unos ojos entrevistos
Defender un ideal
O perseguir un sueño.

Apagar las luces por la noche
Y esperar a mañana.
Desearte de nuevo; nuevamente.

Asaltar las barreras
Y aspirar a lo imposible.

Que no te arredre la ignorancia
Ni la derrota te impida alzarte.

Aún hay razones
Tocando a tu puerta,
Lamiendo el cristal de tu mirada
Saturando el aire de tu pecho
Comprimiendo tu carne
Hay,
Queda,
Esperanza.

Soy un hombre común (de Palabras en la Espera)

Soy un hombre común.

Me despierto
Preparo el desayuno
Barro mi casa
Friego, paso el polvo
–Colaboro–

Sufro el paro
O el trabajo,
Quiero a mi familia,

Me preocupo
Me indigno
Me alivio, lloro, sufro
Oigo la radio
Y tantas otras cosas…
Que tú también haces.

Como tantos.

Cuando al fin
Me miro a los ojos
Dispuesto a cepillarme los dientes
Y afeitarme,
Casi me veo como ayer,

Y me pregunto si hoy tacharé
Todos los hitos de mi agenda.