Hay un hombre que piensa
dentro de mi.
Porque el otro lo contiene calla,
con la mordaza
del prejuicio o el miedo;
la buena educación como coartada.
Hay un hombre
que cuando habla
ofende, sorprende o irrita.
Hay un hombre en mí
que lo contempla todo
con perspectiva.
Escucha y aprende
y a menudo, olvida.
Hay en mi
otro hombre
que guarda los restos del naufragio.